Abducidos

  Ver Abducidos es una experiencia terrorífica. Desde el minuto uno cualquiera puede darse cuenta del objetivo de su director. Busca la reacción biliar del espectador medio, el hombre del bar, sus parroquianos. Que Abducidos sea realizada con dinero público es polémico. Muchos ciudadanos, antes que a una ficción de terror darían sus impuestos a cualquier buena causa, como la sanidad pública, pero ya se encarga nuestra santa gobernanta, La Reina Blanca, ama y señora del neoNO-DO, defensora a ultranza de los amiguitos del alma, de la privatización, de la mentira reiterada, commo si repetirla hiciera que se convirtiera en verdad,  de decidir a qué proposito se dedican esos fondos.

Ver abducidos es puro masoquismo. Da igual si la ves empezada, porque sabes que en cualquier momento el Horror se materializará en el Demonio de Bildu, el Wargofláutico borroka del 15M, el Catalán comeniños, mientras La Reina Blanca viene a salvarnos del Mal, y de paso a inaugurar algún neoPantano. Ver Abducidos es normal en Madrid. Los tenemos en la tele, todos los días. La tele de La Reina Blanca. El neoNO-DO.