miércoles, 15 de junio de 2011

Do you remember Labordeta? Cuando los indignados están dentro del parlamento.

En un día como hoy en el que se han dado incidentes violentos en la manifestación de Barcelona (todavía por aclarar el asunto de los posibles infiltrados)  frente al Parlament hemos escuchado a muchos políticos (Bono, Mas, anteriormente Aguirre) pedir que se haga uso de la fuerza por las idem del Orden Público. José Bono ha dicho también que "Es un delito impedir el acceso de los diputados a las instituciones".

A bote pronto se podría decir que en  España la representación ciudadana en las instituciones y su relación con las mismas se basa más o menos en votar cada 4 años y sentarse en la silla del Presi de turno el día de "Puertas abiertas". Comentan, los que están en contra que se presione a los cargos electos (desde mi punto de vista no se le puede denominar coacción, ya que como vemos salen y entran hasta en helicóptero o con cordón policial para llegar a tiempo a los canapés) que la vía de canalización de las propuestas son las instituciones y que, como ha dicho Gallardón, los despachos están abiertos a la ciudadanía todos los días.

Antes de que se me malinterprete he de decir que no apoyo ningún acto de violencia contra personas, sus familiares, sean estos políticos, banqueros o fuerzas del órden. El mosqueo general no puede transformarse en violencia (y esto debe ir en ambos sentidos, señorías), con infiltrados o sin ellos. Estar hartos no significa que haya que arrasar con todo (repito que creo que se trata de una mínima parte de los manifestantes, eso sí, bastante ruidosos) sino que hay que ser pacífic@s, objetiv@s y realistas y lo más importante: No dar ningun  motivo, por mínimo que sea,  a nadie que pueda sugerir que esto no es así.

Pero ¿Y cuando el hartazgo de la clase política y las críticas a la misma vienen desde dentro mismo de sus instituciones? ¿Y cuando es un edil, un diputado, quien denuncia la actitud, pasividad, la corrupción, la vergüenzas de sus propios colegas de profesión? ¿Do you remember Labordeta? Aquí dos momentos memorables.


Muy a la española, desde luego. Somos un país de sangre caliente. Pero en otros parlamentos del mundo  también se han dado casos en los que un diputado o diputada ha mostrado su total desacuerdo hacia las políticas o actitudes de sus compañer@s. Es el caso del ya famoso eurodiputado belga Daniel Cohn-Bendit en el que criticaba los métodos y el uso que se le estaba dando a la ayuda europea a Grecia. 




Da miedito quien nos gobierna (y a veces da más miedo para que). Lo peor es que la ciudadanía en su mayor parte ignora que esto es así. Denunciado desde dentro, ¿A que aporta cierta veracidad?

En el siguiente video, durante un debate sobre la leche, la diputada Brasileira Cidinha Campos aprovechó para denunciar "a los que maman"(sic), refiriéndose a los corruptos que se sientan en el hemiciclo que, según sus palabras, "cuanto más ladrones más queridos". Si la indignación hubiera nacido en un parlamento, seguro que hubiera sido en éste.

 

Mención aparte merecen las actitudes que se repiten día a día en nuestro parlamento, donde Gobierno y oposición, Oposición y gobierno se la pasan insultándose unos a otros como si del circo o de Telecinco se tratara. Las sesiones de control al gobierno se han convertido en algo vergonzoso, en una caricatura, con la colaboración de todas las partes. Las Cospedales, Los Blanco, Las Sorayas, Las Díez y a la cabeza Rajoy y... ¿Rubalcaba? (No recuerdo ningún insulto ni gracieta de ZP así a bote pronto, pero si que siempre ha tirado balones fuera echándole la culpa al PP de todo y viceversa). ¿Estamos viviendo en un estúpido país, como denunciaba en este video el indignadísimo grupo de Hardcore HHH hace ya 20años? Lo dejo en el aire.


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